La entrada en el mercado de la impresión 3D ha sido muy fuerte en esta segunda década del siglo XXI.  Usuarios y fabricantes han encontrado un nicho donde penetrar y explotar, aunque ya hace unos años empezaron a aparecer algunos modelos. Está claro que no se puede comparar el resultado que te puede ofrecer, a nivel de rapid prototyping, un artilugio como este en comparación a la maquinaria industrial por proceso de sinterizado (SLS) o estereolitografía (SLA).

No obstante,  es cuestión de tiempo que la tecnología de la impresora 3D mejore para desbancar a la costosa y pesada maquinaria industrial.

Guttenberg y el milagro de la imprenta

Por poner como ejemplo tenemos un caso precedente de perfecto símil como fue la invención de la imprenta (impresión en 2D) por el inventor germano Johannes Gutenberg.

Entonces, la imprenta consistía en un proceso similar al que hoy conocemos como offset, la forja de grandes planchas metálicas las cuales se impregnan de tinta para posteriormente estamparse en un soporte ligero como por ejemplo el papel.

En aquellos tiempos la sociedad estaba muy jerarquizada y el bienestar económico era privilegio de unos pocos. Hasta que llegamos a la sociedad de consumo contemporánea, en conjunto con la revolución tecnológica, donde se inventaron aparatos de tamaño y costes muy reducidos para que cada hogar pudiera representar la hazaña de Gutenberg: las malditas impresoras que no funcionan.

En el caso del 3D no dudamos que a medida que el tiempo pase, como sucedió con las impresoras de tinta, los desorbitados precios que hoy rondan estas máquinas (alrededor de 1000€) bajarán y también lo hará su calidad, tamaño y rapidez de impresión.

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“El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos”

Hoy, la historia se repite y tenemos de nuevo el proceso de ‘domesticar’ un artilugio sólo al alcance de las industrias de ingeniería. Creemos que nos encontramos todavía en el ‘periodo de lactancia’ donde un individuo se valga sólo de la impresión 3D para fabricar todas sus necesidades del día a día.

Como dijo Henry Ford, el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos… en la impresión 3D, todos los niveles de usabilidad.